3.- HÉROE
POPULAR
MEDIÁTICO
(yo)
con mi cuerpo solo,
con mi mente
esclava,
con mi alma vendida
por la miel de la
fama
y el poder de mi
piel estirada;
con mi incipiente
calva
y con la seguridad
de ser
siempre yo y mis
circunstancias,
y con toda la vida
que me ha dado la libertad sexual
y la esclavitud de
la poligamia,
simplemente
siguiendo el dictado de la audiencia
me he convertido en
el más popular héroe mediático:
soy la mezcla
perfecta entre bufón, pregonero y chivato;
por eso me permito
el lujo de presentar sin zapatos
para dejar claro
quiénes somos los buenos…
quiénes sois los
malos…
El pueblo, que se
ve representado en mí,
es el que aprieta
los botones del mando,
que son los votos
que ponen precio a la moral
y cada año engordan
mi contrato,
y poco a poco mi cuerpo,
y mi mente frívola,
y mi alma obscena
y mi cuenta
corriente,
mientras yo me
dedico a hacer filetes
de las desgracias
ajenas;
es lo que tiene la
televisión, la publicidad,
el share y la mentira de la vida moderna.
Un gurú de la telepatía,
de la telequinesia y de la telegenia
decía que la clave
para ser un héroe en un medio hostil es ser fuerte,
mientras que para
los de la escuela del sálvame quien pueda
la norma es no
tener más opción que la supervivencia….
Y en mi caso, que
no acabé ni bachillerato,
que no soy rubia,
que carezco de cualquier expresión racial
y que no tengo ni
padrino ni tetas,
mi orientación
sexual, en un mundo sin rumbo,
donde el sur puede
ser el norte en cualquier momento,
y la existencia
entera se cuenta en segundos…
es la llave que me
abre los culos de mis jefes y de mis ayudantes:
es lo que marca
diferencia entre ser noticia o carne de reportaje,
con la exclusiva programada
que patrocina mi marca,
con la calidad de
estilo invasivo de mi cadena,
con la originalidad
trillada de los contenidos que programa,
y con la
imparcialidad de la ley de la selva…
mi cuerpo de plasma,
mi conciencia de
rana,
mi vida impostada
y mi piel
camaleónica
son tu propio cuerpo
sedado
por tu tarifa plana
y por la alta
definición de tu espíritu gregario:
no es más que el
espejo de tu alma.
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