Sinestesia #1 y #2. SPS. Sociedad Psicogeográfica de Salamanca
SINESTESIA #1 Y #2, son dos obras, piezas escultóricas y/u objetos intervenidos, creadas por Emilio Papel y producidas y difundidas por SPS. Sociedad Piscogeográfica de Salamanca en 2011-2012, que forman parte de una serie que alcanza el número de 7 obras.
En este caso se trata de dos botijos, uno de procedencia española, y otro de procedencia portuguesa, recubiertos de manera regular creando un patrón, uno con 3.700, y el otro con 2.100 chinchetas de acero, adheridas a la superficie de los mismos por su base, y que como tal dicotomía objetiva previa -española y portuguesa- establece dos lecturas antitéticas.
Por un lado tenemos que los botijos, espiches, alcarrazas o piporros, son de morfologías similares pero encontradas. Porque aunque la vasija contenedora del agua, para su refrigeración y envase, son muy parecidas, si bien el cuerpo del español es más panzudo y el portugués más ajarronado, y comparten también pitorro y boca, sus respetivas asas, como partes constitutivas fundamentales de dichos objetos, en el caso español es lateral y la del caso portugués, dorsal. Lo que es muestra significativa de que la morfología en este caso es identificativa de dos formas distintas de resolver el mismo problema, que habría que estudiar antropológicamente, si responden a culturas, experiencias y formas distintas de ver el mundo, el entorno, la naturaleza y los objetos, obteniendo así soluciones en este caso, diametralmente opuestas.
Lo que nos lleva a pensar, que algo a priori tan sencillo pero tan arraigado y antiguo como un botijo, puede verse de formas tan distintas. Contrarias. De espalda, uno del otro, podríamos decir, como ha sido la historia de estas don naciones, hermanas, que son tan similares, y que se han paso cientos de años viviendo precisamente de espaldas, por desavenencias políticas, fundamentalmente.
Y la segunda cuestión, la verdaderamente importante, y que da titulo a estas obras, es la dualidad, la dicotomía, el enfrentamiento, tanto emocional, como racional y espiritual, al que nos vemos sometidos por nuestra propia naturaleza los seres humanos, por el mero hecho de existir. Y mucho más si cabe en cuanto empezamos a ser conscientes de esta existencia, y en mayor medida cuando tomamos el control de ella. Si es que esto es posible. Y nada más claro para ilustrar esta idea, como el niño pequeño que ve un cactus, y aun presintiendo que se va a pinchar, va y lo toca. Como esa otra persona ya más crecida que mete la mano en las llamas, y se quema. O se vierte cera en el antebrazo. Y ya no digamos en la vida de los adultos en los sobraría los ejemplos, en los que la atracción al mismo tiempo que la repulsión o el rechazo, pueden empujarnos a hacer todo tipo de cosas. Y sin entrar en consideraciones psicológicas muy profundas, que no es el objeto de este blog, ni mucho menos psicoanalíticas, esa rama de la literatura fantástica tan prolífica y adictiva, se demuestra, casi de manera sinestésica, cuando se mimetizan y se confunde, o se hibridan, número con colores, figuras geométricas con colores, etcétera, que es esa especie de digresión, lo que empuja a la mayoría de espectadores de estas obras a tocarlos, a sabiendas de que se van a pinchar.
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