domingo, 21 de septiembre de 2014

LA NADA ES EL ESPEJO DEL ANSIA

no pienso
no hago otra cosa que nada
si quiere que cambie sola
esta puta criatura
que salga

sin preguntar
sin hacer tic
ni hacer tac
sin sexo
y sin tiempo

que salga el semen
que se coman los ojos
que se den la vuelta los pies
que se inviertan
las fachadas

no siento
no tengo más que nada
da lo mismo soñar que mentir
hacer como que apagas la luz
contar del infinito hacia atrás

sin decir nada
o en voz baja
hacer pis por la ventana
salir de la calle
y entrar en las casas

en todas que entren
también todas las cosas
(el aire de) los globos inflados
(los trozos de) las copas rotas
todas las raciones de nada

no hablo
no digo las cosas por nada
van por ahí solas
se afilan
se infectan

se clavan las palabras
en las esquinas de la nuca
en los rincones de tu garganta
en las mentiras
de mi plaza

tienen una fuente helada
bancos de faquir
y unas acacias calvas
donde escriben el gran libro
de la nada

no huelo
no respiro aire ni nada
se va por cielo
el tufo del amor
el engendro químico

que lo parió
el aroma del incendio
sube como un suflé
y luego baja y se resbala
cae como una catarata

y claro que llega al mar
baja a una fosa abisal
cambia de nombre
y asciende como si tal cosa
en una (nueva) pasión de nada

(por eso) no escucho
es mejor que pongas la oreja
en el tambor del deseo
en el trueno del silencio
en la lluvia de los celos

sin quejarte
sin apenas
pestañear
sin preguntar
llegar y pin pan

que retumben
que rompan
que abran
que te pongas de espaldas
y te quedes en un destello de nada

no veo
el espejo tiene mi reflejo
no puede salir nada
bueno
quizá ya está saliendo

sin relieve
sin sombra
voy por los sueños de otros
sin mis alas
me siguen

un nutrido cortejo de nadas
ríen
gritan
cantan
ponen en mí su ansia