lunes, 12 de agosto de 2024

Fénix + La amapolas y los abeles. VERSOMNIA, Pablo Charro y Emilio Papel 8-8-24 Ágora DA2. Salamanca



Las amapolas y los abeles

 

 

Lo que más quiero en este mundo es a mi hermano, dijo Caín,

y el mundo se llenó de Abeles.

Por eso de cuantos más Abeles te rodees más peligro corres.

 

Peligro es el nombre del cocodrilo rosa de dos metros que tengo en casa,

no muerde, no se mueve, es de escayola.

 

La escayola se usa para hacer molduras y se usará para arreglarte

el hueso de la pierna

            que te vas a romper.

 

Unas piernas tomadas de forma aislada pueden correr una maratón,

correr detrás del amor, o abrirse de

            y en tal caso correrse a un lado que es como ponerse oblicuas

            mientras te enrojeces.

 

Rojeces tenía mi prado y esta noche las traje todas a tu cama como amapolas.

Amapolas en las mejillas. Amapolas por el pecho. Amapolas por la espalda.

            Me amapolas en cuclillas.

 

Por el pecho es por donde de verdad se ama

y por la espalda es por donde se apuñala.

 

Y se apuñala cuando se odia, cuando se ciega y cuando se rabia.

Pero para eso están los Abeles a lo largo y ancho y negro

y profundo de este mundo.

Para que los Caínes siempre tengan su diana.

Para que los perros muerdan y contagien la rabia.

Y la rabia, la hidrofobia, nunca se extinguirán,

no se erradicarán porque no quieren

ni los Caínes ni sus peleles.

 

Y si no quieren es culpa de ellos cuando yo lo que quiero es

            que me amapoles.

 

Y erre que erre y suma y sigue y raja y taja y y ciega y rabia

            y yo, que me amapoles.

 

En los estambres y en los pistilos de tus corolas

            de mil colores.

 

            Que me amapoles…


Los perros posmodernos. Emilio Papel. Salamanca 2022

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