Fénix + La amapolas y los abeles. VERSOMNIA, Pablo Charro y Emilio Papel 8-8-24 Ágora DA2. Salamanca
Las amapolas y los
abeles
Lo
que más quiero en este mundo es a mi hermano, dijo Caín,
y
el mundo se llenó de Abeles.
Por
eso de cuantos más Abeles te rodees más peligro corres.
Peligro
es el nombre del cocodrilo rosa de dos metros que tengo en casa,
no
muerde, no se mueve, es de escayola.
La escayola se usa para hacer molduras y se usará para arreglarte
el hueso de la
pierna
que te vas a romper.
Unas
piernas tomadas de forma aislada pueden correr una maratón,
correr
detrás del amor, o abrirse de
y en tal caso correrse a un lado que
es como ponerse oblicuas
mientras te enrojeces.
Rojeces
tenía mi prado y esta noche las traje todas a tu cama como amapolas.
Amapolas
en las mejillas. Amapolas por el pecho. Amapolas por la espalda.
Me amapolas en cuclillas.
Por
el pecho es por donde de verdad se ama
y
por la espalda es por donde se apuñala.
Y
se apuñala cuando se odia, cuando se ciega y cuando se rabia.
Pero para eso están los Abeles a lo largo y ancho y negro
y profundo de este mundo.
Para
que los Caínes siempre tengan su diana.
Para
que los perros muerdan y contagien la rabia.
Y la rabia, la hidrofobia, nunca se extinguirán,
no se erradicarán porque no
quieren
ni
los Caínes ni sus peleles.
Y
si no quieren es culpa de ellos cuando yo lo que quiero es
que me amapoles.
Y
erre que erre y suma y sigue y raja y taja y y ciega y rabia
y yo, que me amapoles.
En
los estambres y en los pistilos de tus corolas
de mil colores.
Que me amapoles…
Los perros posmodernos. Emilio Papel. Salamanca 2022
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